Los secretos de la noche
- La Idea de Silencio

- 25 jun 2020
- 1 Min. de lectura
Sentada en el escalón de la entrada de casa miraba las estrellas mientras fumaba un cigarrillo. Estaba meciéndome sobre mi misma intentando no morir congelada cuando de repente apareció. Pasaba caminando por la vereda con las manos en los bolsillos y silbando la canción de los simuladores. Al verme frenó de golpe y se dirigió decidido hasta donde yo estaba. Se agachó dejando su nariz a dos centímetros de la mía. Estaba tan cerca que mis mejillas heladas sentían el ardor de las suyas, estimo que producto de la caminata. Tenía los ojos cerrados y la respiración agitada. Yo mientras tanto miraba su boca; jamás había estado tan cerca de ella. Cuando abrió sus ojos cerré los míos aguantando la respiración. Pasado un segundo eterno sentí que se alejaba muy despacio. Volví a mirar y ya estaba de espaldas con las manos otra vez en los bolsillos retomando su camino.
















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